Seguidores

domingo, 21 de septiembre de 2008

ELLAS, TAN SOLO ELLAS


Sara, Carmen, Ana, Mayte. ¿Alguna más?

Cada día se hace nuevo.
Con el mismo nace el estadío impropio de un despertar ausente, que se dificulta con la burla sonora del tiempo.
No hay estadío, sólo un sitio simple, cómodo al rigor del tiempo que rodea al ritmo de la vida.
No hacen falta palabras, ellas solas vienen y van, y se quedan atrapadas en el aire sin descifrar.
No se descifran las palabras, se escuchan. No mueren, se agitan y se despliegan intentando cavar el oscuro sentir de la vida que no cesa.
Se incorporan los ausentes transeúntes. No es sólo un lugar, ni un sitio.
Es el retorno al silencio, ese silencio que se adormece, sino que vive dentro de si, es el silencio estratégico de secretos que no te han de mojar más que los labios con el sabor frío del licor, ese silencio cobijado por la música y las voces que no turban tu mente.
Me bebo todo el silencio y naufrago en él, condensando la armonía de la risa y la palabra.
Sigo esperando a que se abra la puerta, para que salga alguna de ellas y me vea.
La puerta continúa cerrada y mi mente se confunde, se retrasan mis pensamientos, una voz interior me pide que me acerque. Al acercarme, me doy cuenta de que soy yo quien tengo las llaves y me corroe el alma por no haber invitado a Sara, a Ana, a Mayte, a Carmen, y a... a alguna más. Las dejé fuera y yo sigo estando allí ausente

Zepi.

Azul

AZUL



Nada confunde la armonía de la vida.
Nada piensa un ser que se encamina sacudido
por la electrizante luz.
Nada pienso yo, cuando me acerco a aquel ser.
Nada. Y yo sigo al ser, me encamino
por su misma ruta. A su espalda.
Me quedo a su espalda, intentando
adivinar... ¿porqué sólo sigue esa luz?
Nada. Nada me dice nada.
Un instante. Bastó un instante.
Y yo me vi con su mirada
azul, toda azul.
Azul de agua, azul de cielo,
azul de mar.
Su mirada azul es la luz.
Nada me dije. Nada.
Esa es mi luz.



Zepi.

martes, 9 de septiembre de 2008

Mujer Luz

Para mirarme, necesito ver mis ojos.
-No puedo ver mis ojos-
Veo tus ojos reflejados en mi alma.
Antes de ti... no se qué decirte.
Antes de ti una sombra,
una piedra con figura de mujer.
Yo mujer del tiempo y sin futuro
Tu luz ausente
Cuerpo lejano,alma y cuerpo.
No veo mis ojos. Mis ojos no me ven.
Caigo en el estrepitoso abismo,
en la oscuridad del deseo de no ser,
de no estar y estar a la vez pétrea.
Figura y piedra hecha mujer.
Todo a la vez y nada.
Hoy tu, rosa y risa
forma lúcida, despertar,
acontecimiento nuevo en el
ocaso de mis días. Retroceso y avance.


zepi.

Este inmenso sentido...

Este inmenso sentido de la realidad
se me escapa. Ahuyentando ese áspero
proceso que avanza, que se cuela
por toda esta ruta sanguínea
lapidas todo entendimiento
entretenido en ti.
No vences las barreras
Tú eres la barrera
No avanzas, ni entiendes
El sentido real se escapa
dentro de mi sentido.
Mi ruta sanguínea
ya no avanza lapidada
por tu propio entendimiento.
No vences las barreras
Tu eres la barrera.

Zepi.

Ausencia de ti

Siempre estuvo aquí.
Distante mi mirada, ausente, siempre ausente.
Siempre estuvo aquí
Distante, siemptre distante.
¿Por qué se pierden los ojos?
¿Por qué se ausentan las miradas?
Aquí en esta quietud del tiempo,
donde el aire frío no es tan frío
pienso ahora en ti. ¡Qué ausencia de ti!
¡Qué largo amanecer! Estoy al extremo
de tus sueños, en la cima de un amanecer
de otoño. Respiro la fragancia de tu cuerpo,
me entrego a la savia de tus besos, a la
suave caricia de tus manos. -¡Qué ausencia
de ti!- Largo es este amanecer de otoño
donde mi cuerpo tiembla de deseo.
Mañana, mañana ya no es mañana
mañana se hace lentamente hoy. Y las horas
se harán tan lentas hasta el atardecer.
será al atardecer. Al atardecer tus ojos, tu
boca, tu esencia.
Al atardecer, cómplices de nuevo.
suspiros sin ausencia de miradas,
aceleración del tiempo, silencio y despedida.
nuevamente, ausencia de ti.

Zepi.

domingo, 25 de marzo de 2007

Epitafio

Epitafio
Aquí me quedo, sólo con mi propia respiración.
Saldré a pasear mi alma; quizá si, quizá no.
Y estaré, sólo con mi respiración, se acaban viejos anhelo,
nuevas esperanzas crecen; las de mis eternas huellas.
Moraré sobre esta tierra, donde no habrá frío, sino calor.
Mi respiración, les digo, es el amor, y la vida, la fe y la amistad.
Mi respiración es eterna, con ella
me quedo yo.
Sólo con mi respiración.
Zepi.